Joint Mender
Lesiones articulares comunes
• Tendinitis de Aquiles
Este daño es causado por una inflamación en el tendón de Aquiles, el tendón más largo del cuerpo que se encuentra justo en la parte posterior del tobillo. La inflamación se debe generalmente al uso excesivo: saltar con frecuencia en el voleibol o el baloncesto. El caso más común es el exceso de pronación del tobillo y el pie, haciendo que el tendón se salga del centro. Los agentes antiinflamatorios ayudan a aliviar la hinchazón y el dolor. Es necesario moderar la actividad física para que se produzca la curación.
• Esguince de Tobillo
El esguince de tobillo más común ocurre cuando el pie se desplaza hacia afuera y esguinza los ligamentos en la parte externa del tobillo. La parte exterior del tobillo se hincha y palpita, y puede a su vez tornarse negro y azul alrededor de la lesión. El tratamiento eficaz para el esguince de tobillo es la combinación de descanso, compresas frías (hielo), elevación y compresión. Esto limita el sangrado interno y reduce la hinchazón. Los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a superar la rigidez y recuperar la movilidad.
• Rodilla del Corredor
Médicamente denominado como Chondromalacia Patella, la Rodilla del Corredor se debe a una mala alineación de la rótula.
La rótula se desplaza a un lado predominante y lo roza haciendo que tanto ese lado como el cartílago se desgasten.
A veces, la acumulación de líquido causa inflamación en la rodilla afectada.
Puede desarrollarse dolor alrededor de la parte posterior de la rótula o en la parte posterior de la rodilla después de participar en algún deporte de atletismo.
El líquido también puede acumularse y causar inflamación en la rodilla.
Se recomienda realizar ejercicios isométricos para empezar a fortalecer los cuádriceps al contraer y relajar el músculo.
Una gran dosis de aspirina, dos aspirinas normales o con agente antiácido cuatro veces al día pueden mejorar la condición y pueden ayudar a reducir la inflamación en el cartílago de la rótula.
• Ruptura de ligamentos
La rotura de los ligamentos puede producirse debido a lesiones traumáticas. Estas lesiones pueden deberse a accidentes automovilísticos, caídas desde alturas, tropezones, y caídas mientras corre. En la articulación afectada se produce una dolorosa inflamación y moretones.
Las roturas de ligamentos laterales más frecuentes (como el ligamento cruzado anterior, ACL) se producen en los adultos jóvenes, mientras que las personas mayores suelen sufrir más de una fractura del tobillo lateral.
Las lesiones del cartílago epifisario ocurren comúnmente en niños pequeños. La causa común de rotura de ligamentos es la distorsión de la articulación del tobillo o trauma de supinación, más popularmente conocido como esguince de pie.
Los síntomas de la rotura de ligamentos incluyen dolor severo que comienza inmediatamente después de la lesión, debilidad de los músculos afectados, limitación de la movilidad, inmovilidad, hinchazón y sensibilidad a la presión. El tratamiento incluye reposo total y cirugía o fijación de los fragmentos óseos rotos y la recuperación tarda de 1 a 12 semanas, dependiendo de la magnitud de los daños.
• Dolor Muscular en las Pantorrillas
Son dolores en los músculos cerca del hueso de la espinilla causados por el uso excesivo y por correr o saltar sobre superficies duras.
El dolor se produce en la parte interna del tercio medio del hueso de la espinilla.
Debido al esfuerzo repetido, el arco del pie hace que separen las fibras musculares del hueso de la pantorrilla.
Esto produce pequeñas áreas de sangrado en todo el revestimiento de los huesos y dolor.
• Pinzamiento del Hombro
Los huesos de su hombro se mantienen unidos gracias a un grupo de músculos conocidos como músculos del manguito rotador.
Cuando se produce una lesión en los músculos del manguito rotador, estos se hinchan. La presión en los músculos aumenta, lo que resulta en la compresión y la reducción del flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos pequeños.
Cuando disminuye el flujo sanguíneo, el tejido muscular empieza a erosionar y estirarse. Esto permite que la cabeza de la articulación se afloje dentro de la cuenca del hombro. El dolor y la inflamación empiezan a producirse.
El softball, el tenis, el vóleibol, la natación, y el levantamiento de pesas plantean el mayor riesgo de pinzamiento del hombro. Los síntomas incluyen dificultad para llegar hasta detrás de la espalda, dolor al usar el brazo por encima de la cabeza y debilidad de los músculos del hombro.
Algunas personas también experimentan la rotura del bíceps como parte del pinzamiento prolongado. Los tratamientos recomendados son la fisioterapia, los ultrasonidos, el calor húmedo y la estimulación eléctrica de los músculos seguido de ejercicios de rehabilitación.
• Codo del Tenista
El Codo del Tenista se caracteriza por una inflamación de los músculos en el antebrazo y los tendones del codo. Esto es generalmente causado por el torcimiento repetitivo de la muñeca o el antebrazo, lo que provoca irritación. En la mayoría de los casos, un jugador de tenis agrava la lesión en el codo al golpear la bola de revés, forzar los músculos del antebrazo y los tendones, lo que hace que la condición lleve el nombre del deporte. Un segundo tipo de codo de tenista es conocido como epicondilitis medial, que causa dolor en la parte interior del codo. Es más frecuente entre los levantadores de pesas, los jugadores de golf, los lanzadores de béisbol, y los jugadores de tenis que conectan golpes de derecha liftados. Una inyección de cortisona es la opción común para reducir la inflamación alrededor del codo y aliviar el dolor, pero no trata la causa principal del problema, que es ejercer un exceso de tensión en el tendón del antebrazo. Ejercicios tales como el curl de muñeca (flexionar la muñeca hacia delante, mientras sostiene una mancuerna ligera al costado con la palma hacia adelante) y el curl de muñeca invertido pueden ayudar a mejorar la fuerza del antebrazo. Apretar una pelota de estrés hasta que la mano se canse también fortalece los músculos del antebrazo.
Artropatías
• Artritis
La artritis es un grupo de condiciones en las que existe daño inflamatorio en las articulaciones del cuerpo. Según las estimaciones de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, cada año, la Artritis produce 750,000 hospitalizaciones y 36 millones de visitas de pacientes ambulatorios. Hace diez años, la atención médica para la Artritis costó casi 22 millones de dólares, y el costo total, incluyendo pérdida de productividad, llegó a 82 mil millones. Existen aproximadamente 46 millones de adultos en los Estados Unidos que sufren de más de 100 formas de Artritis, casi dos tercios son menores de 65 años. Los síntomas de la Artritis incluyen dolor y función limitada de las articulaciones: dolor, rigidez, hinchazón, enrojecimiento y calor. Entre las Causas de la Artritis están lesiones, factores hereditarios, infecciones, alteraciones metabólicas, tensiones físicas que aceleran el desgaste de las articulaciones, y un sistema inmunológico hiperactivo que causa inflamación.
• Osteoartritis
La osteoartritis (también conocida como enfermedad degenerativa articular o EAD) es una enfermedad que se caracteriza por la degeneración o 'desgaste' del cartílago articular (superficie articular), que suele ir acompañado de un crecimiento excesivo del hueso (osteofitos), estrechamiento del espacio articular, esclerosis o endurecimiento del hueso en la superficie de la articulación y deformidad de las articulaciones. Esta es la forma más común de enfermedad articular, sin importar edad, raza, o área geográfica. La osteoartritis afecta a más de 21 millones de personas en los Estados Unidos solamente. Esta forma de artritis es más común en los hombres menores de 45 años. En las mujeres, la osteoartritis se diagnostica con más frecuencia después de los 55 años. La herencia, las lesiones, las fracturas alrededor de una superficie articular, y el abuso son los factores desencadenantes de la Osteoartritis. La enfermedad puede ser secundaria a una lesión de la articulación debido a una fractura, lesión repetitiva o por uso excesivo, o trastornos metabólicos. Los síntomas de la Osteoartritis incluyen rigidez en las articulaciones, que suele durar más de 15 minutos, hinchazón y sensibilidad alrededor de la articulación. Puede haber dolor al mover la articulación, el cual se intensifica con la actividad o el peso y se alivia con el reposo.
• Artritis Reumatoide (AR)
La AR es una forma común de artritis que produce inflamación de las articulaciones y que también puede afectar los órganos internos. Afecta a las mujeres entre tres y cinco veces más que los hombres. La edad pico de incidencia está entre los 40 y 60 años. Aproximadamente el 33% de los pacientes no podrá trabajar después de sólo 5 años y después de 10 años, más de la mitad de ellos tendrán una discapacidad funcional importante. Cerca de 66 millones de personas sufren en todo el mundo de esta enfermedad. Las posibles causas de la AR son los factores hereditarios, los agentes infecciosos (virus, bacterias y hongos), y las enfermedades autoinmunes (cuando el sistema inmune ataca los propios tejidos del cuerpo, lo que conduce a inflamación en las articulaciones y otros órganos vitales). Los síntomas de la artritis reumatoide incluyen fatiga, pérdida de energía, falta de apetito, fiebre de bajo grado, dolores musculares y articulares, y rigidez.
• Artritis Séptica
La Artritis Séptica es una infección bacteriana dentro de la articulación que puede conducir a una severa erosión de la superficie de la articulación y puede progresar a una enfermedad sistémica. Es causada por una invasión directa del espacio articular por diferentes microorganismos (bacterias, virus, micobacterias y hongos). Los síntomas de la artritis séptica incluyen fiebre, escalofríos, así como dolor de articulaciones, hinchazón, enrojecimiento, rigidez y calor. Las articulaciones más comúnmente afectadas son las articulaciones grandes, como las rodillas, los tobillos, las caderas y los codos. En las personas con alto riesgo de infección articular, pueden infectarse articulaciones inusuales, incluyendo la articulación donde la clavícula se une con el esternón. Los factores de riesgo incluyen la diabetes, la artritis reumatoide, la cirrosis, el cáncer y la enfermedad renal. En los Estados Unidos se producen aproximadamente 20,000 casos anuales de Artritis Séptica.
• Gota
La Gota es una forma de artritis inflamatoria asociada con niveles elevados de ácido úrico, cristales intraarticulares, y aparición súbita de dolor e hinchazón de las articulaciones. La Gota puede afectar a personas con diferentes niveles de intensidad y frecuencia, a veces consiste en un ataque y no presenta otros problemas. Otras personas pueden tener ataques frecuentes, con dolor articular persistente y daños en una o más articulaciones. En algunos casos, los cristales de ácido úrico pueden acumularse dentro de la articulación y dentro de los tejidos blandos circundantes. Estos depósitos se denominan tofos y pueden causar un daño significativo en las articulaciones con el transcurso de los años. Las estadísticas indican que alrededor de 5 millones de estadounidenses sufren de Gota.
• Espondilitis Anquilosante (EA)
La Espondilitis Anquilosante es un tipo de Artritis crónica, sistémica que afecta principalmente la columna y las articulaciones sacroileacas. Afecta a 500,000 personas en los Estados Unidos. A diferencia de otras formas de Artritis que generalmente afectan a los ancianos, la EA es más común entre los 17 y 35 años. Es más común en los hombres y se manifiesta antes de los 45 años. Alrededor del 75% de los pacientes con Espondilitis Anquilosante sufren de dolor de espalda. Otros síntomas son: rigidez matutina, fatiga, uveítis, y anemia de bajo grado. Se cree que la Espondilitis Anquilosante se hereda genéticamente, pero los factores ambientales así como las infecciones hacen que esta se manifieste y desarrolle más abruptamente.
• Bursitis
La bursitis es la inflamación de la bursa, un pequeño saco lleno de líquido que funciona como una superficie de deslizamiento para reducir la fricción entre los tejidos del cuerpo. Existen 160 bursas en el cuerpo. Las principales bursas se encuentran adyacentes a los tendones, cerca de las grandes articulaciones como hombros, codos, caderas y rodillas. Las lesiones y las infecciones pueden causar Bursitis. Los síntomas incluyen dolor localizado, inflamación y sensibilidad. La Bursitis que no implica infecciones puede ser tratada con reposo y con antiinflamatorios y analgésicos. Sin embargo, la bursitis infecciosa puede necesitar un tratamiento adicional, como terapia con antibióticos, drenaje quirúrgico, y bursectomía (extirpación de la bursa infectada).
• Osteoporosis
La Osteoporosis afecta a aproximadamente 200 millones de mujeres en todo el mundo. Es una condición que causa el debilitamiento de la trabicula (puentes que mantienen los huesos fuertes). Algunos de estos puentes se rompen microscópicamente, haciendo que los huesos sean más susceptibles a las fracturas. La Osteoporosis más conocida es la post-menopáusica, en la que el equilibrio entre el deterioro del hueso y la formación de hueso nuevo (remodelación) favorece la pérdida de hueso. Existe un precursor de la Osteoporosis llamada Osteopenia (una enfermedad donde la densidad mineral ósea es inferior a la normal). Existen causas secundarias de pérdida ósea, como el uso de prednisona u otros corticosteroides, u otros fármacos (heparina, terapia de reemplazo de hormona tiroidea, fenitoína), alcoholismo, niveles bajos de testosterona, gastrectomía, hipogonadismo, hipertiroidismo, u osteogénesis imperfecta. Los síntomas incluyen dolor crónico de espalda baja y pérdida de altura o curvatura de la columna vertebral.
• Lupus Eritematoso Sistémico (LES)
El LES es una enfermedad inflamatoria que puede afectar las articulaciones, la piel, los músculos y otros órganos internos. Se trata de una enfermedad autoinmune caracterizada por la inflamación aguda y crónica de diversos tejidos del cuerpo. Las variantes de esta condición incluyen el lupus discoide, el lupus inducido por fármacos, el LE cutáneo limitado, y síndromes mixtos o superpuestos. Aún se desconoce la razón precisa del lupus; sin embargo, se cree que la herencia, los virus, la exposición excesiva a la luz ultravioleta, y ciertos medicamentos desencadenan la aparición del mal. La enfermedad puede afectar a todas las edades, pero más comúnmente comienza entre los 20 y 45 años de edad, y es ocho veces más común en las mujeres que en los hombres. Los síntomas incluyen fatiga, fiebre de bajo grado, pérdida de apetito, dolores musculares, artritis, úlceras en boca y nariz, e inflamación de la membrana que rodea los pulmones y el corazón. Cerca de 5 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por el Lupus.
